jueves, 24 de abril de 2014

Hablemos de cosas de princesas

Los cuentos siempre me han dicho que las princesas eran mártires que esperaban sentadas
 en una torre una salvación o en cualquier otro caso a su príncipe azul y no es que yo no 
comulgue con esa idea, pero creo que sentarme a cepillarme el cabello es un lujo 
que por ahora no me puedo dar, ademas que clase de chica realmente cuida tanto su cabello.

A mi me gusta hacer muchas cosas y aunque preferiría verme bonita en un castillo esperando
a que los fieles me trajeran alimento y bella ropa no nací en un palacio ni tengo sangre real.
Pero... ¿Por eso no puedo ser una princesa?

Valla disparate, puedo tener mi propio palacio, puedo traerme comida y ropas yo misma
y quizá de paso encontrar algún fiel que desee hacer lo mismo.

Pero para que eso pase necesito un poco de trabajo y por esta vez sé que valdrá la pena.

Las puertas del palacio no se van a abrir sin un poco de esfuerzo, 
desempolva los pasillos, compra una nueva corona, asiste a tu primer baile real
y siéntete orgullosa de saber el esfuerzo que es portar esa nueva corona.


martes, 8 de abril de 2014

...

No se me da bien ningún deporte, soy lenta corriendo y ademas no sé nadar
pero siempre he pensado que entre más frágil es una chica más atractiva es
por lo menos así era en el rococo.


Conozco muchas mujeres fuertes que no necesitan ser protegidas y no me gustan.


Mujeres que conocen el lado dulce de la vida, pero también el amargo ¡Que horror!


 Yo no quiero nada amargo en mi vida 


Solo quiero llenar mi barriguita de cosas dulces